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Manifiesto turismofóbico
MANIFIESTO TURISMOFÓBICO
“FOBIA: Aversión exagerada a alguien o algo. Temor irracional compulsivo” Diccionario de la Real Academia de la Lengua “FOBIA: Aversión apasionada, angustiosa y obsesiva, generalmente de carácter patológico” Diccionario del Institut d’Estudis Catalans (DIEC).
¿SOMOS TURISMOFÓBICOS?
SI!!: tenemos una aversión apasionada en contra de la turistificación, lo que la produce y todo lo que la rodea, pero nuestras fobias no se limitan al turismo y se extienden a la mayoría de los ámbitos de nuestra vida, tenemos fobia a la autoridad, a la policía, al trabajo, a los bancos, a las escuelas, a los parlamentarios, a la Generalitat… a todo un sistema que nos explota y aliena mutándonos en consumidores.
¡¡SOMOS SISTEMFÓBICOS!!
No consideramos el turismo una opresión diferente del abanico de opresiones que soportamos, puede variar de grado pero es lo mismo, no tiene barreras territoriales. El turismo convierte en mercancía todo lo que toca. Para nosotros muchas cosas no son una mercancía (los paisajes, los olores, el ambiente, la naturaleza, las relaciones sociales…) hasta que un día encontramos que les han pegado una etiqueta con un precio… esto es lo que nos ocurre con la expansión del turismo.
LA TURISTIFICACIÓN UNA OPRESIÓN MÁS, PERO NADA SIGNIFICATIVAMENTE DIFERENTE AL RESTO.
El turismo es un mercado limitado que afecta a una parte grande de la población del planeta y que se interseca con otros como el colonialismo, el consumismo, el patriarcado… Hay quien viaja por ocio (más o menos un 4 % de quien cruza fronteras) y una gran masa migrante que a menudo acaba trabajando en sectores de servicios (mal pagados), entre ellos el ligado al turismo.
La turistificación no sólo tiene impacto en determinados países y ciudades “desarrolladas” (Paris, Londres, Venecia…), buena parte de este impacto va a parar a países “exóticos”, donde convive con el “turismo interior” de las élites locales dando lugar a un extractivismo ambiental y social que empobrece, precariza y aculturaliza al receptor. Estas élites locales de países del sur también viajan al norte contribuyendo (más del 15% en Cataluña) a empobrecer a los subalternos del norte, muchos de ellos inmigrantes del sur.
En el 2021 13 millones de catalanes (indudablemente muchos de ellos afectados negativamente por el turismo) han viajado fuera de Catalunya por ocio, esto significa que hemos realizado más de dos viajes al resto del estado o al extranjero… hemos hecho el turista 2 veces al año. No hay alternativas personales (virtuosas) ni territoriales, sólo es posible sobrevivir a la turistificación aniquilando todo lo que nos oprime.
El turismo no tiene sólo efectos económico y sociales, tiene también función de perpetuación de roles y de mecanismos de dominación, no se debe menospreciar el valor del espejismo de la exclusividad y de ser “de otra clase” y de la descarga y amortiguación de tensiones. La actividad turística en especial la más masiva tiene también una parte de disciplinamiento: las colas y humillaciones en las fronteras y el repulsivo efecto de ejercer un poder (temporal y vergonzoso) sobre los receptores, sean trabajadores o habitantes de la zona visitada.
ANGUSTIADOS POR EL TURISMO?
Quizás sea una patología o una compulsión, pero los parches nos provocan aversión, así que no nos creemos el decrecimiento turístico, como no nos creemos el turismo de calidad ni el turismo sostenible. Los parches son lo mismo con un adorno ligeramente diferente, ¿qué diferencia hay entre hacer de camareros para obreros alemanes o hacer de sirviente de algún jeque del Golfo?
Se nos quedan cortas las propuestas gradualistas, las de la transición energética, las del decrecimiento… pero no desdeñamos ningún tipo de actuación mientras sea directa sin mediación, incluidas las gamberradas.
Hasta que dejemos de ser turistas, hasta que dejemos de ser mercancías!!
Hasta abolir los estados y el capitalismo!!.
CONTRA TODO LO QUE NOS OPRIME, SEAMOS SISTEMFÓBICOS!!
CONTRA LA EXPLOTACIÓN DEL TRABAJO Y EL CONSUMO!!
SEAMOS TURISMOFÓBICOS
¡Paremos el ecocidio en el escudo!
Vecinas y vecinos de distintas zonas de Cantabria se movilizaron frente a las actuaciones ilegales de las obras del polígono eólico El Escudo el pasado miércoles 10 de julio cerca de la subestación eléctrica situada en Molledo.
Además de informaciones relativas a la movilización y sus reivindicaciones, el videomontaje incluye algunas informaciones actualizadas del pasado 14 de julio con un nuevo punto de obras en el Hoyo de los Vallados y Piedra Lucia.
¡Paremos este ecocidio en la Sierra del Escudo!
¡Sigamos movilizándonos!
¡Polígonos eólicos NO!
Violencia Estatal Y Autodefensa Solidaria
El pasado 30 de junio hubo un encuentro en el Ágora Juan Andrés Benítez, en el barrio de El Raval de Barcelona, convocado por la Plataforma Brian Ríos, donde se habló de cómo se han organizado para buscar justicia lxs familiares y amigxs de este hombre, que les fue entregado muerto sin explicaciones convincentes en agosto de 2022 por los mossos d’escuadra de Rubí que lo tenían detenido en su comisaría. Se habló también de la muerte, en igualmente sospechosas circunstancias, de Gina, cuando estaba encerrada en la cárcel de Brians I. Gente de la asociación Familias frente a la crueldad carcelaria refirió otros casos de muertes y abusos en cárceles españolas. En conjunto, hubo diálogo y reflexión sobre las condiciones que convierten el sistema estatal de control y castigo en una máquina de matar y sobre cómo organizarse frente a eso. Aquí os ofrecemos, sin más preámbulo, una grabación de gran parte de lo que se dijo.
La estrecha relación entre el sionismo y la extrema derecha europea
El pasado 28 de mayo Pedro Sánchez anunció al mundo, de manera solemne, que el Reino de España (al igual que lo hacían ese día Irlanda y Noruega) pasaba a reconocer el Estado palestino, aclarando que este gesto (pues eso es lo que es, un simple gesto) no supone un ataque contra Israel. Aunque escuchando al Presidente parecería que con este hito él solito ha resuelto el conflicto palestino-israelí, en realidad España no es pionera en el reconocimiento de Palestina como país propio, pues actualmente son 145 los Estados miembros de los 193 que componen Naciones Unidas los que lo hacen, incluyendo varios europeos como Islandia, Suecia, Polonia, Ucrania, Bielorrusia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Grecia, Macedonia, Bosnia, Montenegro y Albania.
Mientras Sánchez realizaba este anuncio, Santiago Abascal voló hacia Israel, donde estrechó las manos ensangrentadas del genocida Benjamin Netanyahu y le prometió que revertiría el reconocimiento “cuando sea el Presidente de España”. Netanyahu consiguió reprimir una carcajada y calificó de “ejemplar” la defensa del Estado de Israel hecha por Abascal pese a la “inmensa intoxicación que domina la cobertura mediática del conflicto” en los países occidentales.
La decisión de reconocer al Estado palestino por parte de España, Noruega e Irlanda provocó que el gobierno sionista retirase a sus embajadores en estos tres países, anunció que no permitiría al consulado español prestar servicios a ciudadanos palestinos y amenazó con “dañar a quien nos daña” acusándolos de ayudar al terrorismo y al antisemitismo. Una reacción propia de matón de patio de colegio acostumbrado a la impunidad por todas sus atrocidades. A estas alturas, no nos sorprenden sus palabras, dada la manida estrategia de los distintos gobiernos israelíes de acusar de antisemita a cualquiera que ose oponerse a su violencia colonial y genocida.
En cambio, lo que sí resultó sorprendente es que la comitiva de Vox llevaba a su eurodiputado Hermann Tertsch, hijo del nazi Ekkehard Tertsch, un periodista austrohungaro nacido en Trieste que se afilió al NSDAP en 1933 (con 27 años), perteneció a las Sturmabteilung (las SA) con el rango de Sturmführer, participó en misiones en Zagreb y la Francia de Vichy y en Madrid estuvo a las órdenes de Josef Hans Lazar, el hombre de Goebbels en España. Facu Díaz hizo unos días después un chiste en su programa Quieto todo el Mundo recreando cómo debió ser la conversación a la llegada a Tel Aviv:
– ¿Y ése quién es?
– Hermann Tertsch.
– ¿Hermann Tertsch? ¿El hijo de Terstch?
– ¡Ése, ése!
– ¿Cómo que SS?
Cacerías nazis en defensa de Israel
Quizás no debería sorprendernos demasiado que un diputado fascista, hijo de un gerifalte nazi, se reúna con el Primer Ministro israelí que dice actuar en defensa del pueblo judío, a la vista de lo que ocurrió hace un mes en varias de las acampadas universitarias propalestinas que se han propagado por el mundo.
Por ejemplo, en la Universidad de California un grupo de neonazis y ultraderechistas atacó la acampada con palos, gases lacrimógenos y otros objetos contundentes a mediados de mayo. Unos días después, ocurrió lo mismo en la acampada de la Universidad Complutense en Madrid –donde miembros de Skin Moncloa y Núcleo Nacional irrumpieron en el campamentos destrozaron carteles, palo en mano y profirieron amenazas y gritos antisemitas– y en la Universitat de les Illes Balears, en Palma –donde varios neonazis y ultras del RCD Mallorca agredieron y amenazaron a varios estudiantes, incluso vistiendo uno de ellos con una camiseta con la calavera emblema de las SS Totenkopf–. Y lo mismo ha sucedido en protestas de Ámsterdam, París, Lyon y Estrasburgo, donde grupos de extrema derecha buscan generar desórdenes para que la policía actúe y desaloje las acampadas.
“Cuando la ultraderecha lleva años haciendo de la islamofobia su bandera, su bando no puede ser nunca el de los árabes ni el de los musulmanes”, explica el periodista especializado en antifascismo, Miquel Ramos, en un artículo en Público. “Los israelíes «son como nosotros», civilizados, occidentales, blancos en su mayoría, que mantienen a raya a la bestia árabe. Así que, los grupos nazis y fascistas vuelven a salir de caza, pero esta vez en defensa de Israel.
No hay ninguna contradicción entre ser un neonazi o un fascista y alinearte con el proyecto sionista. Hoy, todas las extremas derechas están defendiendo a Israel y el genocidio que está cometiendo, creyendo que así esquivan su reputación de antisemitas. Una atribución bien merecida, pues muchos de estos partidos, desde el Frente Nacional francés de papá Le Pen (Jean-Marie) hasta los neofascistas entre los que se crio Meloni (el MSI) fueron creados y alimentados por todo el nazi-fascismo de la segunda mitad del siglo XX, que estaba plagado de antiguos combatientes y colaboracionistas del III Reich y admiradores del régimen de las cámaras de gas. Hoy, sin embargo, el proyecto sionista representa el sueño de toda ultraderecha que anhela un etnoestado militarizado que se pase la legalidad internacional por el forro.
La derecha española repite las consignas de los mandatarios israelíes, aunque estos hayan insultado a este país y a su soberanía. El alcalde de Madrid, José Luis Almeida, cierra filas con Israel legitimando el exterminio de civiles un día después de las imágenes de cuerpos ardiendo y niños desmembrados. O se está con Israel, haga lo que haga, o eres cómplice de Hamás y un antisemita. Almeida dando clases sobre antisemitismo mientras mantiene una calle en Madrid a los voluntarios españoles en las filas de Hitler, la División Azul
[…] Israel no representa al pueblo judío, por mucho que intente arrogarse su representación. El sionismo obvia intencionadamente la desconexión de una gran parte de los judíos del proyecto, y la cada vez más presencia judía en la causa palestina, que se niega a que se cometa un genocidio y otros crímenes en su nombre. Esa disociación entre Israel y los judíos es la que hacen hoy los neonazis para servir a la causa sionista atacando a los pro-palestinos. Porque ellos siguen odiando a los judíos igual que odian a los musulmanes, pero como siempre, están con los más poderosos, creyendo todavía que ese es siempre el bando de los vencedores”.
El sionismo y la extrema derecha europea
Tertsch no es la única figura contradictoria en la historia del apoyo de la extrema derecha europea a la causa israelí. Israel goza en la UE del apoyo explícito del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), considerado como la casa de la extrema derecha menos euroescéptica, y del grupo Identidad y Democracia (ID), donde se agrupan los partidos de la extrema derecha menos europeísta.
Los partidos en ECR (liderados por Meloni) y en ID (seguidores de Le Pen) son los socios fundamentales de Israel en el Parlamento europeo. Tanto, que antes de las elecciones europeas del pasado 9 de junio había que retroceder hasta el puesto 22º para encontrar a otro partido —no adscrito a ningún grupo— que hubiera apoyado más la agenda política de Netanyahu en Bruselas y Estrasburgo. Ahora, tras las elecciones, el número de partidos de extrema derecha ha aumentado considerablemente en 19 de los 27 Estados de la unión, hasta el punto de que ascienden a 40 partidos y ocupan uno de cada cuatro escaños del nuevo Parlamento europeo. Está por ver en qué se traduce la irrupción de nuevas fuerzas fascistas (como el partido español SALF, liderado por Alvise Pérez), en qué grupos recalan o si forman uno propio. Lo que parece claro es que todas estas fuerzas tienen en común un fortísimo sentimiento islamófobo y que apoyarán igualmente al Estado colonial israelí.
De todos los partidos de extrema derecha Vox, integrada en ECR, es la formación europea que encabeza el ranking elaborado por el lobby European Coalition for Israel en el que se mide el grado de adhesión a los postulados del Gobierno israelí en los debates en el Parlamento Europeo. Después del 7 de octubre de 2023, la extrema derecha española, encabezada por el (supuestamente ex) falangista Jorge Buxadé ha votado “a favor de Israel” en el 99% de las resoluciones y medidas referentes a Oriente Medio.
Dentro de la labor de lobby en el Parlamento Europeo destaca la conformación, en 2017, del Grupo de Amigos de Judea y Samaria. Dirigido por el europarlamentario checo Petr Mach —cuyo partido, Libertad y Democracia Directa (SPD) está dentro de Identidad y Democracia o ID— el objetivo de este lobby es confrontar al movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) y eliminar las reticencias y medidas tomadas por las instituciones europeas contra los asentamientos ilegales en Cisjordania. El grupo fue formado por Yossi Dagan, reservista de las Fuerzas Armadas de Israel (FDI), figura clave en el Likud (partido de derechas israelí) y uno de los enlaces entre este partido y el republicano Donald Trump [1].
El rabino Menachem Margolin, fundador de la Asociación Judía Europea (EJA), es otra figura importante para entender los nexos entre la extrema derecha israelí, los partidos de esta tendencia en Europa, y el trabajo de lobby, que se realiza a través de la Europe Israel Public Affairs, que se ha comparado con la todopoderosa AIPAC estadounidense, si bien el mecanismo de lobby en la UE está menos regulado que en EE UU. Margolin ha defendido en el pasado la necesidad de entablar diálogo con las fuerzas de extrema derecha que lleguen al poder y ha enfocado las críticas a la izquierda europea, a la que la EJA ha colgado la penosa etiqueta de ‘antisemita’.
La adhesión de la extrema derecha continental a los postulados de Israel se ha intensificado a medida que han crecido también las voces discrepantes en Europa, pero se remonta en el tiempo hasta la primera década del siglo. En la interpretación que hizo Netanyahu, ministro de Relaciones Exteriores en 2002 y 2003, de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono en Washington DC. El marco planteado por la “guerra contra el terror” lanzada por George W. Bush iba a ser propicio para generar un entendimiento que tiene en la islamofobia (y en la persistencia del anticomunismo) su principal palanca ideológica.
Este cambio es fundamental para entender tanto el acercamiento a Tel Aviv en el primer cuarto de siglo, como parte del éxito de la extrema derecha, que “ha sustituido el antisemitismo por la islamofobia (sin dejar de ser antisemita)”, como explica Miquel Ramos en un artículo de Pablo Elorduy en El Salto. Prueba de que tiene razón es que, según un informe de 2020 de la European Network – Countering Antisemitism through Education, el 51% de los eslovacos, el 49% de los húngaros, el 38% de los polacos y el 25% de los checos creen que “los judíos tienen poder y control sobre muchos gobiernos del mundo”. Eso no impide que el Este de Europa, y en concreto los países del llamado eje de Visegrado (Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría), son vistos desde el poder en Tel Aviv como los socios ideales para influir en la UE, en cuanto muestran una “hostilidad hacia los valores de la Ilustración, los derechos humanos y el concepto de nación como comunidad de los ciudadanos, al principio de igualdad y, en general, a los extranjeros”, que entronca con el proyecto iliberal de Netanyahu en Israel, como ha apuntado el académico israelí Zeev Sternhell. La cooperación económica se ha intensificado en los últimos años y estos países —especialmente República Checa y Hungría— han multiplicado sus lazos comerciales. En el caso de Chequia, donde gobierna el Partido Democrático Cívico (ODS), dentro del grupo europeo ECR, la transferencia de armas y munición ha ido in crescendo en los últimos años.
Asimismo, Ramos añade otro factor, el hecho de que Israel se ha convertido en un modelo a seguir para esas fuerzas reaccionarias, puesto que es un “etnoestado que se pasa por el forro las resoluciones de la ONU y la legislación internacional en materia de derechos humanos”.
En un artículo de 2018, el periodista Dominique Vidal, hijo de una víctima del holocausto, fechaba en 2010 el punto de inflexión en la relación entre la derecha supremacista europea y el Likud —el partido de derecha de Netanyahu— en un encuentro promovido por este mismo en Jerusalén. Otro informe, en este caso del investigador del TRT World Research Centre Ömer Carullah Sevim identifica cómo después de la caída del Muro de Berlín y del colapso de la Unión Soviética, la selección del Islam como nuevo enemigo resituó a Israel en un mapa en el que comenzaban a difuminarse las atrocidades de la II Guerra Mundial: “Desde principios de la década de 2000, el interés de los políticos europeos de extrema derecha en Israel ha aumentado gradualmente. Uno de los primeros ejemplos fue la visita del viceprimer ministro italiano, Gianfranco Fini [2], a Israel. Fini visitó Israel nueve años después de elogiar abiertamente a Mussolini en 1994”, escribe Carullah Sevim.
“La extrema derecha italiana, la derecha y la extrema derecha española —representada por Vox y, antes de su nacimiento, por miembros del PP en la derecha del partido como Alejo Vidal Quadras— o los partidos ultras de República Checa han sido, sin excepciones, adoptados como “fieles amigos” del Likud y la extrema derecha israelí. Los pocos cordones sanitarios se han impuesto sobre la Agrupación Nacional francesa de Le Pen —que está consiguiendo poco a poco integrarse en el equipo de Israel— y con la Alternativa para Alemania, que también lo intenta”, escribe Elorduy en El Salto.
“Ese deseo de acoplarse bajo el ala del sionismo lleva a situaciones contradictorias como la del Partido de los Demócratas de Suecia, fundado entre otros por Gustaf Ekstrom, exoficial de las SS alemanas, que se declara el “partido más pro Israel” de Suecia y en el pasado ha mendigado la atención de los ministros israelíes.
[…] Es el caso de Viktor Orban, presidente de Hungría, que rindió honores a Miklos Horthy —el regente del país que envió a más de 400.000 judíos húngaros a los hornos de Auschwitz— o de la excelente relación de Netanyahu con el FPÖ austriaco, partido que hunde sus raíces la Asociación de los Independientes (VDU), fundada en 1949 por antiguos nazis como Anton Reinthaller, su primer líder, que era miembro de las SS. Como titulaba un artículo de Politico el pasado otoño, “la cuna de Hitler se ha convertido en el BFF (mejor amigo para toda la vida) de Israel en Europa”. Y eso que el puesto está disputado”.
Quizás nadie ejemplifique el sentimiento prosionista de la ultraderecha europea mejor que Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV), que en 2024 gobernará por primera vez en Países Bajos. Wilders, que en su juventud fue voluntario en una plantación agrícola en Israel, donde vivió dos años, en 2010 se manifestaba así en una entrevista para Yedioth Ahronoth: “Israel es el faro y la única democracia en esta parte del mundo atrasada y dictatorial […] Israel está muy cerca de nosotros, de nuestra identidad europea. Israel pelea nuestra guerra”.
Explica Miquel Ramos que “respecto a Israel, la islamofobia y la retórica de la seguridad, los buenos resultados de la extrema derecha van a reforzar esa retórica militarista, supremacista de que hay que resguardar el jardín europeo de los bárbaros de oriente, de África y de Rusia”. Y, por ello, el “carnicero de Rafah” probablemente brindó por el avance de la extrema derecha tras las últimas elecciones europeas.
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[1] Recordemos que en 2020 Trump presentó el Plan de la Vergüenza para traer la “paz” a la región, reduciendo Palestina a prácticamente nada y favoreciendo los intereses israelíes en todos los puntos. Netanyahu, emocionado, renombró el asentamiento ilegal de los Altos del Golan por los Altos de Trump.
[2] Fini fue el último gran líder del Movimiento Social Italiano, heredero del fascismo de Benito Mussolini y padre de los actuales Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni, un partido que nunca ha renegado de su raíz fascista.
El 20 de abril nos movilizamos contra el tren de alta velocidad en Cantabria y Navarra
Defensa del territorio
El 20 de abril nos movilizamos contra el tren de alta velocidad en Cantabria y Navarra
Como todos los grandes proyectos innecesarios, vuelven una y otra vez, a la espera de encontrar el momento ideal en que la oposición se haya relajado y los fondos europeos sufraguen parte del costo económico, así ha vuelto a resurgir la sombra del TAV que amenaza con seguir aislando a municipios que ya está afectados por otros macroproyectos y pretenden acabar con la forma de vida de estas zonas rurales, en este caso, Valdeprado del Río, Valdeolea y Campoo de Enmedio. Mientras las cercanías agonizan en Cantabria por falta de voluntad política, nos presentan un proyecto ostentoso que llega en un momento propicio para avalar el modelo turístico, masivo y rápido, que cobra cada vez más auge.
Así, el pasado 20 de abril, coincidiendo con la movilización en Navarra, varias personas nos juntamos para realizar una marcha de reconocimiento en la zona amenazada por el trayecto del futuro TAV por el sur de Cantabria —las obras ya están destrozando el territorio de Tierra de Campos y quedaría sólo por licitar la redacción del tramo Nogales de Pisuerga-Reinosa—. Varios viaductos y desmontes serían necesarios para salvar las vías del tren Santander-Palencia, Bilbao-La Robla, la autovía Cantabria-La Meseta y la N-611.
El punto de partida fue la antigua estación de tren de Pozazal, junto a la carretera nacional, iniciamos la ruta pasando por el túnel bajo la autovía y caminamos por la vertiente sur y norte del monte para comprobar el trazado que aparece en los mapas del proyecto, un paseo entre orquídeas que nos regaló el descubrimiento de la biodiversidad de este aparentemente inhóspito territorio.
La alternativa al TAV pasa por mejorar el ferrocarril actual, que daría un mayor beneficio social y supondría un menor coste económico, social y ambiental. La alta velocidad no es una solución para nuestros pueblos ya que tiene gravísimos impactos ambientales y les deja fuera del mapa del transporte público.
Estos proyectos están siendo cuestionados cada vez más por organizaciones e instituciones, la última la Unión Europea que, en el marco de la revisión del reglamento de la Red Transeuropea de Transporte, propone sustituir estas líneas de alta velocidad por la modernización de las infraestructuras ferroviarias actuales, puesto que los sobrecostes y retrasos se han convertido en norma y las velocidades prometidas no se están alcanzando actualmente, ya que una cosa son las velocidades de diseño de 350 km/h y otras las reales, Madrid-Barcelona entre 188 y 210 y Madrid-León entre 135 y 164, cuando a nivel europeo se considera alta velocidad 160Km/h.
España es el segundo país del mundo con más kilómetros de líneas de alta velocidad, solo superada por China, lo que da una idea de la desproporción de este empeño.
La filosofía del AVE es unir grandes ciudades dejando al margen el resto del territorio cuando, el 96% de los usuarios que utilizan el transporte ferroviario, se mueven en cercanías y media distancia.
El mismo mes de abril se produjeron algunos cambios de horario, provocando que el trayecto entre Reinosa y Santander en algunos trenes de cercanías tome aún más tiempo y acumule más retrasos, llegando a sobrepasar las dos horas de viaje.
Todos los trayectos en FEVE de cercanías suponen ahora más tiempo en los recorridos que hace años, y no nos olvidamos de los problemas constantes en los trayectos de Santander a Oviedo o, peor aún, a Bilbao y el ya casi imposible de Mataporquera a Bilbao o a León, en la línea conocida como La Robla.
Como cualquier gran proyecto, este del TAV, no puede entenderse de forma aislada, el alimento para esta infraestructura, así como varios de los polígonos eólicos proyectados en Cantabria o la ampliación de la central hidroeléctrica reversible de Aguayo, se concentra en un pequeño pueblo del municipio de Molledo, San Martín de Quevedo, donde en los últimos meses han incrementado la potencia de la subestación eléctrica.
Las claves que proponemos para mejorar la movilidad son: la adecuación y mejora del trazado del ferrocarril actual, la rehabilitación de la línea para eliminar puntos conflictivos, la utilización de trenes más eficientes, mantener las actuales estaciones y apeaderos, ampliar los servicios ferroviarios para mejorar la conexión de pueblos, ciudades y polígonos industriales para poder vertebrar el territorio y aumentar el transporte de mercancías por ferrocarril. De esta manera la línea de transporte, tanto de viajeros como de mercancías, aumentaría su capacidad y mejoraría notablemente la velocidad media de los trayectos, permitiendo tiempos de viaje competitivos frente a otros transportes más contaminantes como son los realizados por carretera.
Entendemos que oponerse al tren de alta velocidad en Cantabria y en cualquier sitio, pasa por una preocupación real por la naturaleza, la libertad de movimiento, la satisfacción de nuestras necesidades básicas y la libre decisión de permanecer en los pueblos y alimentar la vida fuera de los grandes núcleos urbanos. Oponerse al TAV supone optar por un tren público y social, por eso la oposición al tren de alta velocidad es confrontar el modelo energético y social que lo necesita y lo sostiene.
Cuando la ESS sustituye la organización política.
Quienes llevéis unos cuantos años en movimientos sociales habréis visto que ciertas personas que comenzaron a militar en vuestra época, pasaron a trabajar para cooperativas sociales y algunos proyectos de autogestión económica con matices políticos. Se veían como un refuerzo del movimiento general, dado que de pronto estas personas podrían contribuir al esfuerzo común, desde una posición más desahogada, quitándole horas a su ocupación económica. Esto se ha ido desarrollando en la última década aproximadamente, aunque hay experiencias en otros contextos (años 1880-90, años 20-30, años 70-80…).
Estas personas están politizadas en unas ideas de la izquierda transformadora (comunismo, anarquismo, liberación nacional, confederalismo democrático, etc.) y en no pocos casos siguen militando en ella. Su impulso – el de ellas y el de las personas que estaban previamente en la Economía Social y Solidaria (ESS en adelante) – ha sido tal que se podría decir que la ESS es un agente activo de transformación.
La crítica, y yo me apunto, pasa por verlo como un agente dependiente de las subvenciones y de los contactos políticos con algunas instituciones (algunas afines y otras solamente “tolerantes”). Por lo tanto, esta dependencia también obliga a no alejarse en demasía de la socialdemocracia, por muy comunal que se autoperciba esa ESS. Hay otros casos que no entran en estas categorías: el de las empresas que ya están inmersas en el mercado capitalista, que tienen un punto de vista liberal; y el de las cooperativas pequeñas que son más bien proyectos de autosubsistencia que viven al margen del gran mercado y por tanto no aspiran a cambiar nada sino a que las dejen en paz.
Me centraré en ese cooperativismo social que pretende una transformación de la sociedad. En algunos casos tiene paradigmas propios como cooperativismo, post-capitalismo, democracia comunal y otros de ese estilo.
Y es que proliferan las jornadas y congresos organizados desde la ESS y sus entidades y redes, en los que se habla de decrecimiento, de organizar la sociedad, de salir del capitalismo, de crear comunidad y demás. La gente que las organiza – sin sorpresas – suele venir de los propios movimientos sociales y de entornos politizados. Las soluciones suelen ser de dos tipos: las que hablan de agrandar la base (hacer más coopes), y la que hablan de comunalizar nuevos espacios en manos de la administración o del capital.
Dentro de las personas más concientes de esa ESS existen debates. El que motiva este artículo es la duda de si no se estará solapando el ámbito de los colectivos y organizaciones políticas, que son las que deberían ofrecer las soluciones y no la ESS. En este sentido, se entiende la ESS como una retaguardia del movimiento popular, mientras que esas otras organizaciones específicas o sociales son la vanguardia, la que da la cara. Según este punto de vista, estar montando jornadas con los cabezas de cartel que salen en todas esas otras jornadas que te montaría un grupo ecologista o un sindicato, no dejaría de ser una usurpación de las funciones de otro tipo de entidad.
La crítica podría ir más allá si cabe. Por ejemplo, si se están montando esas jornadas por tener que cumplir con unos indicadores de la administración pública que te indica en las bases del programa que te subvenciona que tienes que cumplir con X actividades que lleguen a Y personas.
Como en todo, hay otro punto de vista. Todo esto se hace desde la perspectiva pragmática del “ya que estamos, montemos algo que nos guste y que encima valga la pena”. Por tanto, ese punto de vista, entiende que sería de tontos no aprovechar que a la administración pública le da bastante igual lo que financia. Aunque no lo parezca, han estado financiadas con dinero público desde exposiciones del movimiento anarquista histórico, hasta charlas sobre las comunas socialistas de Venezuela, hasta jornadas sobre la lucha armada de los 70s. Cosas que a los propios movimientos sociales u organizaciones les cuesta horrores de organizar por la precariedad en la que viven (sea esa precariedad de tipo militancial, económica o de falta de experiencia).
Entiendo que el problema llega cuando se traspasan ciertos límites. Por ejemplo, no tener en cuenta e ignorar a quien ya está implicado en ese ámbito que se tratará en las jornadas. Si no se tiene cuidado, se puede llegar a suplantar a cualquier colectivo de base montando las jornadas que tendría que hacer ese grupo. Y, sinceramente, si ya te lo monta esa gente tan maja que cobra, ¿para qué vas a hacerlo tú? Eso es justamente lo que les ocurre a no pocas asociaciones vecinales. Al depender de dinamizadores comunitarios pagados por el municipio o autonomía, pues muchas veces nunca montan nada que no pase por esta persona que se lo hace todo.
En resumen, se deja de tener un rol de acompañamiento técnico para pasar a hacerles la política a los colectivos. Y no es sano.
Otro factor sería el de la procedencia sociocultural de las personas que trabajan en ese cooperativismo social. Para empezar no llegarás a trabajar en esos lugares si no tienes los contactos adecuados. No hay meritocracia que valga. Cuando se puede elegir, en un contexto en el que no manda el beneficio económico, todo el mundo elegiría tener compañeras que piensen parecido, con las que se haya compartido alguna cosa y que te hagan llevaderas las 8h de curro.
Pero a la vez se contribuye a un cierto elitismo. Estamos fomentando una ESS llena de ex-activistas – aunque una minoría sigue en activo. Desde una posición de comodidad (tienen tiempo disponible para planificar y recursos para llevarla a cabo) deciden qué sería útil para el movimiento social que desean reforzar. Por ejemplo, montar un taller de comunicación, una charla de algún conferenciante que sea difícil de traer o hacer una formación de cocina. En principio ya hay muchos colectivos que se dejan ayudar. Total, una tarea menos.
Ahora bien, ¿dónde queda el papel de la organización política? En una organización estratégica, hecha a partir de militantes, la gente está voluntariamente. Cuesta esfuerzo reunirse, plantear, planificar, comunicar y llevar a cabo cualquier actividad. A veces se tiene que poner a trabajar toda la organización si es pequeña. Y todo para tener el mismo resultado que una jornada que te han montado entre dos técnicos de la ESS.
Estamos en un momento en el que hay no pocos movimientos sociales, asociaciones o sindicatos quejándose de la falta de militancia. Un momento en el que las organizaciones políticas no dan abasto y que mucha gente con ideas aún no da el paso a militar en serio por falta de tiempo. A la vez da la sensación de que nunca ha habido tanta gente cobrando.
Surge la pregunta de si vamos por el buen camino.
Y es que se echa en falta la visión global de movimiento. ¿Para qué hacemos lo que hacemos? ¿A qué estamos contribuyendo? ¿Qué tácticas conforman la estrategia?
Dada la diversidad de circunstancias lo que priman son los proyectos políticos personales, aunque sean de tipo anticapitalista. Es decir, un rédito individual o de la marca de la cooperativa de turno que haya impulsado el proyecto. Todo este debate tiene que ver con quién decide y cómo se debe llevar a cabo la dirección estratégica de todo el movimiento. ¿Quién está al servicio de quién? ¿Qué canales de decisión existen? ¿Cómo se llevan a cabo las decisiones? ¿Quién fiscaliza el proceso?
Miguel G. Gómez (@BlackSpartak)
Vecinos de Cantabria se movilizan frente a las obras en el Escudo
VECINOS DE CANTABRIA SE MOVILIZAN FRENTE A LAS OBRAS EN EL ESCUDO
Reclaman amparo político y judicial al constatar actuaciones ilegales de las obras del polígono eólico El Escudo. “Vienen arrasando con todo» denuncian los asistentes al acto.
Vecinos de distintas zonas de Cantabria se han personado hoy miércoles 10 de julio cerca de la subestación eléctrica situada en Molledo, alertados por la presencia de grandes máquinas de una subcontrata de Biocantaber S.L., que realizaba movimientos de tierras y daños a turberas en la Sierra del Puerto del Escudo.
En el lugar han constatado que las máquinas han estado realizando movimientos de tierras en una zona de turberas próximas a la subestación eléctrica Aguayo, cuando la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) les impide hacerlo. En concreto, la DIA prohíbe expresamente cualquier tipo de actuación en un radio de 50 m alrededor de los hábitats de turbera. De hecho, en el paraje en el cual están realizando las obras, conocido como Las Turberas y perteneciente al Concejo de San Martín de Quevedo, Molledo, la propia Promotora reconoce en su documentación la existencia de un hábitat higroturboso, un humedal. Y aún así, han podido comprobar que las máquinas estaban trabajando sobre las turberas.
En el acto, varios vecinos y vecinas han señalado que «el Gobierno de Cantabria, con la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente y la Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio al frente; está cometiendo una serie de presuntos hechos delictivos e ilegales, utilizando una posible alteración maliciosa de la delimitación de los humedales realizada por la Dirección General de Montes para favorecer al promotor Biocantaber S.L. en la concreción de los humedales.» «Porque esta Dirección General conoce la cartografía correcta que es la que ha usado durante años para regular los desbroces en zonas de turberas, pero ahora decide no aplicarla», han asegurado en un comunicado que se ha leído a pie de las tierras removidas, en mitad del área de turberas.
Asimismo, han recordado que el Polígono Eólico El Escudo afecta directamente a numerosos humedales y que en la mayoría de ellos se incumplen, además, los condicionantes impuestos por la DIA para que el Polígono Eólico pueda construirse. A pesar de que los humedales de tipo turberas están protegidos por la legislación regional, nacional y europea, «en estos momentos, en la Sierra del Escudo se está cometiendo la acción de destrucción del conjunto de turberas y microcuencas de alimentación de mayor envergadura del sur de Europa”.
Por otra parte, estos últimos hechos en la Sierra del Escudo ya se encuentran denunciados por varias plataformas y entidades, ya que se han identificado múltiples irregularidades e incumplimientos de normativas vigentes: además de la construcción en zonas de turberas de especial protección, se han denunciado la afección directa a la Zona de Especial Conservación Sierra del Escudo que es un espacio protegidos por la Red Natura 2000, la afección a Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y la afección a un yacimiento arqueológico encontrado en la zona del Mediajo Frío, que podría verse seriamente dañado al estar atravesado por las zapatas de varios aerogeneradores, las zanjas y pistas del polígono eólico.
Esta situación ha evidenciado también que «Iberdrola, Biocantaber S.L. y el Banco Santander, pero también el Gobierno Autonómico de Cantabria demuestran no tener ningún respeto por la voluntad vecinal, la verdad y la legalidad, ni tampoco por el patrimonio natural y cultural de Cantabria”, ha señalado otro vecino que se acercó al lugar.
En la lectura del comunicado se expresó que este reincidente proceder, pasando por encima de todos los controles y permisos, debiera ser sancionado por las autoridades del Gobierno de Cantabria, «que, de momento, están trabajando para saltar por encima de esas garantías, en lugar de para exigirlas cuando atentan de manera irreversible contra el patrimonio medioambiental de la Comunidad».
De esta forma, los vecinos del entorno de la Sierra del Escudo y de muchos otros lugares de Cantabria exigen a las administraciones públicas del Gobierno de Cantabria que cumplan con la legislación para detener esta barbarie.
Asimilación = muerte
En junio de 2024, la organización de la parada del orgullo LGBTs de São Paulo convocó a las personas a asistir al evento vestidas de verde y amarillo, y sosteniendo banderas brasileñas junto con banderas del arcoíris, en un retorno a los símbolos nacionales, que consideran “secuestrados” por la derecha. Como si Brasil no fuera, desde su creación por invasores europeos, un proyecto colonial impuesto violentamente a las poblaciones que habitan estas tierras. La bandera brasileña siempre ha representado a los poderosos y propietarios, a la violencia colonial, cristiana, institucional, militar y policial.
Si el foco de atención está puesto en la disputa entre una derecha neofascista y una izquierda progresista y electoral, todavía hay quienes buscan otro camino. Queers revoltosxs no queremos “resignificar” sus símbolos ni elegir políticos progresistas. Rechazamos la posición de víctimas que exigen la protección del Estado y nos unimos para forjar formas de vivir y luchar por nuestra cuenta. Para nosotrxs, queer ya no es una identidad que las instituciones deben reconocer e incluir junto a otras, sino más bien una posición de conflicto que lucha por el fin de este orden social.
Llamada a la solidaridad internacional desde Atenas
Durante los últimos 15 años el movimiento libertario griego ha sido vanguardia en la lucha contra el sistema. Lo ha sido por el sufrimiento de su pueblo en una de las tantas crisis cíclicas del capitalismo. Lo ha sido por los planes europeos que sangran a los que menos tienen. Lo ha sido por unas medidas carcelarias contra los refugiados que huían —y huyen— de la devastación provocada por “occidente” en sus territorios de origen. Lo ha sido, sobre todo, porque tenían —y tienen— una conciencia clara de quiénes eran los causantes de tanta miseria. Así surgieron o se reforzaron movimientos o barrios en lucha, el más conocido ha sido Exarchia, aunque no es el único. Ubicado entre las cortes, la comisaría central, un hospital oncológico y el estadio del Panathinaikos, está Prosfygika; un barrio okupado muy especial.
El barrio cuenta con cerca de 220 viviendas, de las cuales cerca de la mitad están gestionadas por la asamblea okupa de Prosfygika, formada por las vecinas que habitan estas últimas. Entre las estructuras horizontales encontramos una panadería, la cocina colectiva con reciclaje de comida, estructura de autoeducación y casa de niños, cafetería, estructura logística con grupo técnico, asamblea no mixta, cine de niños y adultos, estructura de salud y apoyo psicológico, biblioteca y un centro social. Allí conviven refugiados de diferentes partes del mundo, personas que llevan décadas en el barrio o libertarios que forman parte de estructuras organizativas de este territorio. Lo más reseñable de Prosfygika, además de su emplazamiento, es su origen. Las casas fueron construidas para acoger a refugiados griegos durante la guerra greco-turca de principios del siglo pasado. Tras ello, el barrio sufrió episodios destacados como una batalla de la Guerra civil griega —aún se pueden ver los efectos de la metralla en sus desconchadas paredes—. Con el paso de las décadas muchas casas se fueron abandonado, dinámica que frenó la asamblea okupa de Prosfygika hace poco más de una década. Entonces organizaron unas estructuras que, con cambios como cualquier movimiento asambleario, siguen funcionando hasta el día de hoy. El barrio siempre ha estado en el punto de mira de los planes gentrificadores de los diferentes gobiernos griegos. Por paradójico que resulte, quieren construir allí un museo que explique la migración griega de hace un siglo, aunque para ello tengan que expulsar a migrantes de la actualidad. Además, quieren hacer un parking uniendo así la comisaría central y las cortes. Para ello solo tienen una traba: los habitantes organizados del barrio que ya han manifestado que no se irán de allí pacíficamente.
El hostigamiento de los elementos represores del estado ha ido en aumento en los últimos años, prueba de ello es el episodio acaecido en noviembre de 2022, cuando centenares de policías entraron por la fuerza en el barrio y detuvieron a más de 70 personas. Se produjeron batallas en el barrio durante toda esta jornada, puesto que los habitantes utilizaron —como siempre hacen— la autodefensa para disuadir a los elementos represores del estado. Desde entonces las actuaciones y detenciones no han cesado hasta que a mediados del pasado mes de junio se produjo otro episodio represivo deleznable. Tres personas fueron detenidas en el barrio sin previa justificación, siendo procesadas dos de ellas en los días siguientes. El barrio respondió como es costumbre y comenzó una batalla en la que la policía lanzó granadas y gases lacrimógenos. No les importó que en las calles hubiera niños, mayores o mujeres embarazadas. Un día más tarde un joven de 15 años que se dirigía a hacer unas compras fue retenido y golpeado por la policía. No es casualidad que detuvieran a un menor migrante que estaba solo. Durante el proceso contra los dos detenidos decretaron que 70 personas sin identificar estaban en búsqueda —ateniéndose a un nuevo cambio en el código civil griego—, algo que ha servido de acicate para detener a cualquier persona del barrio. Así este joven, el cual ni siquiera estaba en el barrio cuando ocurrieron los hechos, deberá demostrar ante un tribunal que no era una de las personas que defendía el barrio en un juicio agendado para 2026. Cabe señalar que el menor fue torturado en prisión con amenazas de violación a punta de pistola si no confesaba estar involucrado en los incidentes contra la policía. La falta de escrúpulos de los agentes quedaba demostrada así por enésima vez.
Desde el barrio han realizado un llamado de solidaridad internacional para que termine el hostigamiento contra las personas que dan vida a Prosfygika. La asamblea solicita gestos de solidaridad en los diferentes territorios, difusión de textos como este o concentraciones en consulados o embajadas de Grecia. Para más información o para dar apoyo financiero se puede contactar con ellos a través de sykapro_squat@riseup.net y seguir el día a día por Twitter en @Prosfygika. Como dicen en uno de sus últimos comunicados: hay que defender el suelo liberado, los valores y la libertad. Juntos en una misma lucha. Solidaridad con Prosfygika.
